1 Blog +.

lunes, marzo 19, 2007

El 4to aniversario.

Y ya son 4 años desde que el demente a cargo del gobierno de EEUU decidió (junto a sus colaboradores, porque no es sólo su responsabilidad) que era bueno invadir (otra vez) y ocupar un país soberano para derrocar a su gobernante. Claro, Saddam Hussein no fue ningún santo, pero de tiranos está lleno el mundo y no se ve en cada país que ellos gobiernan que venga la policía de la libertad a masacrar a algunos miles para "liberarlos" del poder de su opresor. Eso sólo se da en áreas estratégicamente ubicadas, como Medio Oriente. Y con tiranos que no respondan a lo impuesto por el gobierno de EEUU/Israel de turno.

Todavía recuerdo claramente la exposición de Colin Powell en el consejo de seguridad de la ONU, mostrando con lujo de detalles cómo eran y dónde se guardaban las armas de destrucción masiva que poseía Irak. Con esas que se ponía en peligro la libertad y la seguridad del pueblo norteamericano ¿Vale la pena siquiera la pregunta retórica: "dónde están"? Bien sabemos todos que nunca se encontraron.

Se sabe también que las acusaciones en contra del anterior gobierno de Irak acerca de su conexión con Al Qaeda eran falsas. Así como también eran falsas las acusaciones de querer adquirir uranio en Niger para fabricar armas nucleares. Casi todo el mundo no necesitaba de una invasión para saber eso.

Me pregunto cómo duermen estos personajes que cargan con la culpa de haber asesinado a más de 650.000 iraquíes y de haber enviado a morir a más de 3.000 de sus compatriotas. Todo basado en mentiras.

Personalmente, no tengo muchas esperanzas de que las cosas cambien. Basta recordar que la que fue Secretaria de Estado del gobierno de Clinton, Madeleine Albright, sin siquiera ruborizarse, declaró en una entrevista en su tiempo que valía la pena la muerte de 500.000 niños iraquíes durante el período que duraron las sanciones impuestas por la ONU.